4 de febrero de 2013

Masters of the Universe: The Origin of Skeletor #1

¿Otra colección de cómics de los Masters del Universo? Sí, la tercera que publica DC, y os guste o no, aquí estoy yo para repasarla; tarde como de costumbre, porque el primer número salió a finales de octubre del año pasado, pero constante, como un dolor crónico.

Esta nueva colección, publicada bajo el subtítulo Origins of Eternia, se centra como su propio nombre indica en los orígenes de los héroes y villanos de Eternia en el nuevo universo creado por DC. O eso se supone. Ya van por el número de He-Man, y yo aún no he pillado cómo va a ir la numeración.

"Pero, Tipo de la Brocha", se dirán los cuatro gatos que aún leen estas entradas, "¿no es eso lo que estaba haciendo precisamente la colección Masters del Universo? Es más, ¿no repasaste ya el origen de Battle Cat y de Trap Jaw en el blog?".

No repasaste, no repasaste… ¡Anda y que os den morcilla! Yo solo os cuento lo que voy leyendo. Si de mi dependiera, esta línea editorial tendría mucha más coherencia y, sobre todo, mujeres guerreras con bikinis metálicos blandiendo hachas gigantescas en el fragor de la batalla.

En este primer número, el guionista Joshua Hale Fialkov y el dibujante Frazer Irving se proponen responder a la pregunta de cómo se convirtió Skeletor en la mayor amenaza semanal de Eternia, y cuentan esta historia, a mi parecer, con un gran estilo narrativo y unos dibujos a la altura, simbólicos, tétricos y que recuerdan al trabajo de algunos de los artistas que pasaron por revistas como Creepy e Eerie; de hecho, el estilo de Irving bebe bastante del de Bernie Wrightson, que prestó sus lapiceros a ambas revistas. En resumen, me ha gustado mucho.

No obstante, antes de entrar a recapitular el cómic, que me llevará menos que de costumbre, porque es más un viaje emocional y visual que una historia lineal, creo que sería bueno aprovechar esta entrada para repasar los distintos orígenes de Skeletor, desde su primera aparición en el minicómic de Alfredo Alcala que comenté en ion litio hace cuatro años, hasta su versión de la línea de figuras de acción Masters of the Universe Classics.

Para empezar, debemos remontarnos a 1981, la fecha en que Mattel sacó al mercado los juguetes de los Masters del Universo.

El primer muñeco de He-Man, que acabaría travestido de mil y una maneras distintas, a cada cual más ridícula que la anterior, para vender más muñecos, incluía el minicómic He-Man y la Espada de Poder. En él, Skeletor es descrito como un ser de otra dimensión que persigue reunir las dos mitades de la Espada de Poder para abrir un portal que le comunique con su hogar, del que fue desahuciado a causa de las Grandes Guerras de las Hipotecas Impagadas, para así poder guiar a su gente hasta Eternia y conquistar el planeta con su ayuda.

Cabe suponer, por lo tanto, que Skeletor tiene la cara que tiene o, mejor dicho, no la tiene, simplemente porque pertenece a otra especie en la que la ausencia de piel en el rostro es un rasgo distintivo, como lo es que el resto de su cuerpo sea azul, o que vista prendas exiguas y lleve capucha aunque no esté lloviendo. Nada muy interesante para el origen del archienemigo de He-Man, la verdad.

Reunión familiar en Eternia.

Pasando a la serie de dibujos animados de Filmation, emitida entre 1983 y 1985, lo cierto es que Lou Scheimer y su equipo no ahondaron demasiado en el origen de Skeletor, que se acabó convirtiendo en una parodia infantilizada de sí mismo.

Aunque en la biblia de la serie se menciona que Skeletor es el último gobernante del planeta Infinita, esto es, la cara B de Eternia, donde el mal campa a sus anchas y las artes oscuras son el pan de cada día, los guionistas no utilizaron esa idea salvo en un episodio en el que la Hechicera menciona que Skeletor es un demonio proveniente de ese planeta; si hubiese dicho que era de Badajoz, hubiera tenido el mismo efecto.

Algo más de información encontramos en la película El secreto de la Espada, en la que la Hechicera le cuenta a He-Man que en el pasado Skeletor era el ojito derecho de Hordak, pero le traicionó a cambio de su libertad después de que Marlena y Man-At-Arms lo capturasen, revelando a los Masters la localización de la base secreta de Hordak.

¡Ja! Sabía que Hordak jugaba al Kinectimals.

Tras cancelarse la serie de Filmation, el universo de los Masters del Universo siguió creciendo en las viñetas. Así, en 1986, en los tebeos que publicó Ediciones Zinco en España, el cronista de Eternia, Skrollos, revela al lector que Skeletor era un alumno de Hordak que huyó a Eternia a través de una "puerta dimensional" después de traicionar a su maestro y le saliera el tiro por la culata, solo que esta vez, su traición consistió en abandonarlo a su suerte en la Luna.

En el fondo, Skeletor es un bromista.

"El mundo de Hordak". ¿Tan complicado era inventarse un nombre?

En el minicómic titulado La búsqueda de Keldor, que salió en 1987, vemos el rey Randor investigando sobre el paradero de su hermano Keldor, que, según le cuenta a su hijo, era un gran mago hasta que un experimento con el Quimicefa le estalló en la cara y acabó perdido en otra dimensión. Skeletor se entera de que el rey está hurgando en el pasado y decide intervenir de inmediato para evitar que Randor descubra "el secreto de Keldor", porque eso podría suponer su destrucción.

La forma en que está escrito el cómic da a entender que Keldor y Skeletor son en realidad la misma persona (Keldor es un anagrama de Skeletor ideado por un deficiente mental), lo que supone, como algunos no se cansan de repetirme como si hubieran descubierto la pólvora, que Skeletor es el tío de Adam.

Steven Grant, guionista del minicómic, confirmó en una entrevista que las suposiciones de los fans eran acertadas y explicó además que el aspecto de Skeletor no se debía a una descuidada higiene facial, sino a algún tipo de energía cósmica maligna. Según él, la idea principal del tebeo era que Skeletor temía que el descubrimiento de lo que le sucedió cuando aún se llamaba Keldor permitiera a sus enemigos revertir el proceso. Tal y como están las cosas, si Hacienda se enterase de que sigue vivo, tardarían nada y menos en reclamarle los impuestos impagados de los últimos veinte años.

La Hechicera no te dijo lo que le pasó a tu hermano…

La serie de dibujos de Mike Young de 2002 partió de la idea de que Skeletor había sido tiempo atrás un practicante de las artes oscuras de la raza de los gar llamado Keldor, pero ignoró, en cambio, su relación de parentesco con Randor; supongo que porque no era fácil explicar a los niños a los que iba dirigida la serie por qué razón, si eran hermanos, solo uno de ellos tenía la piel azul. Papá se tiró a otra mamá, me temo.

En esta versión, Keldor se enfrenta al capitán Randor para apoderarse de los secretos del Salón de la Sabiduría y no solo la pifia a lo grande, sino que se lleva un "¡Toma del frasco, Carrasco!" en toda la cara. Un frasco de ácido verdoso y humeante, para ser precisos. Malísimo para el cutis, como podéis imaginar.

Evil-Lyn arrastra al malherido Keldor ante el altar de Hordak para que le salve la vida, y Hordak, que no se había especializado en cirugía plástica en la facultad de artes oscuras, hace una chapuza que deja al amigo azulado con una calavera flotante sobre los hombros. El no poder retorcerse nunca más el bigote o atusarse la barba de chivo debería haberle restado un 25% de mezquindad, pero ocurre justo lo contrario y Keldor se convierte en Skeletor.

Keldor era un auténtico galán de cine. Azul, sí, pero no por ello menos galán.

Por último, llegamos a los Masters of the Universe Classics, la actual línea de juguetes de Mattel. Las biografías que figuran en el reverso de las cajas de los muñecos toman un poco de aquí y de allá, y nos presentan a Keldor, de la Casa de Miro, como alquimista y medio hermano de Randor, un príncipe desterrado de Eternos por la desconfianza que genera la raza de los gar entre los humanos.

Keldor se apunta a un cursillo de magia negra por correspondencia y, para matar el tiempo, reúne un ejército y se embarca en la conquista de Eternia, sin gran fortuna para qué vamos a engañarns.

Después de que su hermano Randor lo deje con un pie en la tumba, Keldor pide ayuda a Hordak, su profe de artes oscuras, que se compromete a salvarle la vida a cambio de que lo libere de Despondos.

Sin embargo, como Hordak desconfía de Keldor (solo los malos llevan barbita de chivo), decide fusionarlo con Demo-Man, un ser extra-dimensional también conocido como Uqquz' Zekul-Mshqx y que es más feo que pegar a una madre en el Día de la Madre.

Imagen cortesía de Poe Ghostal's. Se la he mangado.

Y con esto, terminamos la retrospectiva y volvemos la vista al presente.

El cómic que tenemos hoy entre manos comienza con un primer plano bastante impactante de la cara de Keldor derritiéndose. No sabemos qué le ha ocurrido exactamente y nadie nos lo explica, pero yo apuesto a que o bien ha sido malherido en el curso de una batalla, o bien ha confundido el aftershave con el ácido sulfúrico.

Un monólogo interno nos revela que Keldor es el fruto de la unión no matrimonial del rey Miro con "una criatura que el mundo ha considerado subhumana" (probablemente una mujer) y que su ambición como primogénito era heredar el trono. Sin embargo, ahora que ha fallado en su propósito, la historia le recordará como "Keldor el Caído, el Débil, el Mentiroso y el Traidor". A mí me parecen demasiados apodos para una sola persona, con Keldor el Churrasco será suficiente.

Que sea capaz de reflexionar cuando la piel de la cara se le está cayendo a tiras es un misterio.

Asumiendo con estoicismo que probablemente nunca más podrá guiñar un ojo a una tía buenorra por la calle ni sacarse mocos, Keldor se tambalea entre las ruinas del pueblo en el que se crió con su medio hermano Randor.

Esto le trae recuerdos tanto de su niñez, del día en que salvó a Randor de uno de los hombres de Hordak, como de su juventud, cuando Randor heredó la corona a pesar de que Keldor era el primogénito porque el rey Miro era un viejo adúltero y racista que follaba con mujeres que despreciaba y luego ninguneaba a sus bastardos.

Monarquía, hay que amarla.

En contraste con el tono anaranjado empleado para narrar el presente, los flashbacks están dibujados casi en su totalidad en blanco y negro. No es que podáis distinguirlo, porque, en Internet, todo el mundo es un perro.

Los recuerdos de Keldor también nos muestran una conversación interdimensional entre éste y Hordak, que en esta historia juega el papel de corruptor y titiritero en la sombra, tentando a Keldor para que reclame el trono de Eternia a pesar de su sangre impura; un rol muy similar al del Emperador en La guerra de las galaxias, pero con menos tronos que giran solos y más horror insondable.

Esta es la primera aparición de Hordak en la más reciente reinterpretación del mito de los Masters del Universo, y a la vista está que se parece como un huevo a una castaña a las versiones anteriores del villano. A mí su diseño me recuerda a las creaciones de H. R. Giger, pero cada vez que aparece un monstruo recargadísimo y luctuoso que no termina de parecer orgánico ni artificial y que encaja a la perfección en el género de terror y ciencia ficción digo lo mismo.

Ahora con Hordaktel, habla por 5 céntimos el minuto y navega desde 5 euros al mes.

Oscilando entre presente y pasado, el malherido Keldor se derrumba y, metafóricamente, su cuerpo se pulveriza al chocar contra el suelo, dejando tras de sí la misma clase de arenilla que encuentras al fondo de las bolsas de cereales cuando se están acabando, pero sin pajita enroscada como premio de consolación.

Odio cuando me desintegro a nivel celular.

Llegamos ahora a uno de los puntos álgidos del cómic, el momento en el que Keldor se encuentra cara a cara con la mismísima Muerte, que reclama la vida del joven desde un trono de piedra que tiene pinta de ser malísimo para la ciática.

¿Os habéis preguntado alguna vez que haríais vosotros en una situación semejante? Yo sí, porque la vida de excesos y placeres prohibidos que llevo, repleta de queso fundido y latigazos, probablemente me conduzca a un encuentro prematuro con la Muerte. Si se diese el caso, por supuesto, ni se me ocurriría retar a la Parca a una partida de ajedrez, porque la única estrategia que conozco es el jaque mate del pastor y hasta mi Nintendo de 8 bits sabía cómo defenderse de esa jugada. Sin embargo, supongo que podría hacer lo mismo que Keldor, esto es, soltarle que soy lo más grande que ha habido desde Espinete y que el mundo temblará a mis pies, y luego aplastarle el cráneo en un arrebato de cólera.

Y si eso no funciona, lloraré y me mearé encima hasta que mi patetismo le dé tanto asco que me eche.

El rey Leónidas estaría orgulloso.

Keldor se recupera de la muerte (nada que no resuelva un Frenadol), y atraviesa un pasadizo que conduce al palacio de Eternos, donde se encuentra con su hermano, el rey Randor, que, a juzgar por su aspecto, acaba de regresar de una gran batalla o de una rave party, porque desde luego esa no es su capa de los domingos.

Randor le pregunta por qué les ha traicionado y Keldor responde que hizo lo que debía hacerse para que el legítimo rey de Eternia ocupase su lugar, no Randor, ni Hordak, sino él, Keldor, con K de Kellogg's.

You know... shit happens.

Randor trata de hacer entrar en razón a Keldor, y le ruega que ocupe el lugar que le corresponde a su lado, porque sin él, que es el listo de la familia, a ver quién se ocupa ahora de los aburridos trámites burocráticos mientras su Majestad caza elefantes sanguijuelas mutantes por ahí.

Keldor dice que ya está bien de tanta cháchara, que su programa favorito va a empezar en media hora y que ha llegado el momento de quitarle a su hermano el apetito para el resto de su vida, momento en el que le muestra su espléndida "cara".

Jesús… ¿Es que no venden crema solar en Eternia?

Randor nota el sabor a cordero asado en la boca, pero consigue no devolver el almuerzo y sugiere que quizá sería una buena idea visitar a una encantadora, o apuntarse al programa Extreme Makeover. Pero Keldor sabe que ya es demasiado tarde para hacer carrera como modelo de L'Oréal y solo quiere que su hermano no le abandone en sus últimos momentos y que le perdone. Y no se refiere a que le perdone como Darth Vader al capitán Needa en El Imperio contraataca, sino de corazón.

El rey dice que le perdona por su traición y por haber puesto el suelo recién encerado perdido de restos de piel y carne quemada, y que ojalá hubiera sido mejor hermano para él, a lo que Keldor responde que la razón por la que debe perdonarle es, para ser exactos, por haberle clavado un puñal en las entrañas, tal y como acaba de hacer. Keldor es un chico muy perverso.

Y después del inesperado apuñalamiento, nuestro villano toma las de Villadiego cruzando el vórtice interdimensional de las 12.30.

Ha estado bien. Tenemos que repetirlo.

Los esbirros de Hordak, que se parecen sospechosamente a los Ingenieros de Prometheus, reciben a Keldor a través del vórtice interdimensional (vórtice, puerta estelar, salto al infinito, lavadora cósmica… lo que sea), y lo conducen moribundo hasta su amo, que acepta la sangre de Randor como regalo de compromiso y transforma a Keldor en… ¡MANNY CALAVERA! Perdón, en... ¡SKELETOR!

Fin. Tararín.

Esto responde a la pregunta de si los Skeletor nacen o se hacen.

Después de terminar de leerme este número, y como me encanta perder el tiempo, busqué algunas opiniones en foros y blogs especializados para hacerme una idea de la impresión general que estaba causando. Encontré un poco de todo, sobre todo vídeos de perros persiguiendo su propio rabo, que es lo que realmente buscaba, pero críticas negativas solo había de dos tipos: las que proclamaban que estaban violando su infancia, bla-bla-ba, rollo-rollo, y las que argumentaban que este cómic es una birria porque no despeja todas las incógnitas acerca del origen de Skeletor. A las primeras no se les puede hacer caso porque están escritas por personas con anomalías cromosómicas, y en cuanto a las segundas, los detalles que faltan en la historia, y son unos cuantos, quedan a la imaginación del lector y son irrelevantes para comprender qué llevó a Keldor al Lado Oscuro. Lo importante es que los autores, a través del texto y de la simbología de los dibujos, consiguen que entendamos las motivaciones de este personaje. Por eso, considero este cómic un paso adelante en la serie. Desearía que los siguientes fueran igual de buenos, pero ya sé que no.

Y concluido este repaso, me despido con una noticia: el fin de semana que viene, chaparé el blog para dejarlo todo niquelado de cara la celebración del segundo aniversario. Nos esperan cambios, vaya que sí.

18 comentarios

  1. Terminento4/2/13 00:20

    ¡Coño, ese cómic donde Skeletor se pira huyendo de Hordak lo tengo por ahí dando vueltas en algún cajón!

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  2. Lo de la fusión con un demonio de la saga classics me recuerda mucho a Johnny Blaze y su pacto con Satan que le cuelan el espíritu de venganza.

    El nuevo origen mola lo único que no me gusta es el dantesco aspecto de Hordak, quizá sea verlo en acción arpa cambiar de parecer.

    PD: Thanos se va a cabrear cuando se entere de que han aplastado el cráneo de su amada :P

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  3. Parece ser que al dibujante se le dan bien los dibus de página completa (menos el último. El último no). El estilo de dibujo y el dibujo en sí no me gusta mucho (mola la cara derritiéndose y la cara derretida)... bastante mediocre en ese aspecto diría yo. El color está regulero también, abusa demasiado de complementarios (azul-naranja, rojo-verde...). En cuanto a guión, por el resumen que has hecho, me parece más un paso atrás en la historia que otra cosa (juzgando por el resto de pasados), casi el que más me gusta es el primero de todos, fíjate.

    Y vaya, yo pensaba que la franquicia feneció en los 80.
    Aclaro también que mis estándares artísticos son extremadamente altos (vamos, que soy exigente as fuck). Que además, ni siquiera me he leído el cómic... Por muy acertado que haya sido tu análisis/resumen, si no leo el total de la obra no puedo "juzgar realmente" (<--más exigencia)

    Buena entrada.

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  4. Anónimo4/2/13 05:48

    Muy comica la reseña como siempre

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  5. Anónimo4/2/13 13:10

    Señor deje de analizar master del universo, dele mas caña a ese universo noventero; las reseñas de final fantasy y dragon ball son excelsior!!!!!

    VUELVA A ESAS COSAS :)

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  6. Terminento: Yo también.

    Vladek: Qué pena que no se me ocurriera lo de Thanos. ¿Puedo tomarlo prestado?

    JFDP13: Me temo que para apreciar mejor el cómic, hay que leérselo entero.

    Anónimo: Gracias.

    Anónimo: Hay tiempo para todo. Y no he abandonado otros temas, aunque personalmente no recuerdo haber escrito gran cosa sobre Final Fantasy.

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  7. Terminento4/2/13 21:47

    El caso es que los cómics de ediciones Zinco luego se recopilaron en tomos, y también se vendieron a tiendas de todo a cien como saldos. Cuando era crío, ir a la tienda y encontrarte con que te podías llevar tres números por veinte duros era el paraíso, por lo que un buen puñado de números de He-Man, She-ra (eh, que pasa, estaba buena y mis hormonas empezaban a aflorar), y sobre todo de las tortugas ninja (las de Archie Comics, no la oscura-chunga-whysoserious serie original), que empezaban calcadas a la serie de TV, pero luego empezaban con el rollo ese de la mutagema sus propias secret wars interdimensionales con aliens (de los de ojos saltones) y todo.

    Imagino que los de He-Man, siendo usted un forofo de pro del musculitos de Mattel, los tendrá usted todos, pero si lo necesitase le puedo echar un vistazo a mis números a ver cuales son, que como son autoconclusivos (lo que me empujaba a comprarlos, ya que aunque no los tuviera consecutivos no me quedaba colgado) dan para artículos chorras a tutiplén...

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  8. Lo veo como una historia que reune a todas (en mayor o menor medida) y que, por lo mismo, puede saltar a cualquier pasado o juntarlos todos (salvando las obvias distancias). Para mí fue más una historia comodín.

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  9. Terminento4/2/13 21:49

    Y por cierto, a Anónimo #2. Dice usted querer cosas ochenteras noventeras.
    You can't get more eighties than He-Man.

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  10. Anónimo6/2/13 04:29

    Hola soy el tío que no para de da irte que Skeleton es el tío de he man .Lo hago porque cada dos por tres dices que skeletor le gusta he man....y tampoco entiendo que borres ese comentario....no te insulte ni nada

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  11. Puedes usarlo sin ningún problema ;)

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  12. Anónimo8/2/13 03:33


    Jeje, personalmente estoy con los que opinan que hay exceso de Masters del Universo últimamente pero la verdad, sin que me interesen lo más mínimo, su fina prosa hace que leer un artículo de este blog siempre sea divertido. Gran artículo.
    P.D.: ayer me dejó usted sin mi dosis del jueves

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  13. Terminento10/2/13 20:06

    Felicidades por el nuevo diseño (auqneu he de admitir que me acojoné cuando no pude entrar al blog en mitad del cambio). El monigote del cubo de basura (cuyo nombre núnca recuerdo) le ha quedado de maravilla

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    Respuestas
    1. Terminento10/2/13 20:07

      He querido escribir "aunque", no "auqneu". Es que he tenidfo un momento manos disléxicas...

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  14. Sabiduria Inmunda10/2/13 22:18

    Yo tambien me asusté al no poder entrar durante ese breve tiempo, por favor, señor Brochez, no nos abandone, leer su blog es una de las pocas cosas que impide que me lanze al cuello de la gente continuamente XD

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  15. Mixtli198415/2/13 12:13

    Por lo que veo vuelve el Anónimo pesado.

    Pues me ha gustado el comic, los voy leyendo según los vas reseñando y me apena mucho que digas que los siguientes no son tan buenos, este ha sido muy disfrutable. No me gusta que cuando se narren los orígenes de cualquier personaje tengan que contarlo todo, de hecho, si hay interes en saber su origen es por todas las teorias que pueden haber montado todo el munndo. Dejemos que la imaginación trabaje.

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  16. Hay un videojuego de Masters of the Universe de esos conversacionales en ingles en el que el final de la historia cambia por completo tu percepción de skeletor, siendo el usurpador Randor y skeletor el padre de Heman.
    Siempre me pareció un final acojonantemente apropiado y genial.
    El problema es que no sabria decir donde encontrarlo, porque era una version fanmade conversacional de los 90 me parece.

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  17. Debido a que existía todavía mucha censura desperdiciaron esas figuras, que poseían una estética similar a la de Conan el bárbaro (más bien expoliada de ahí) con una serie de incoherencias que terminaron por ridiculizar el universo original, que está todo parchado. Los niños que jugábamos con esos muñecos teníamos un concepto distinto de los personajes, un poquito más oscuro.

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